EXCURSIÓN A LA ACEQUIA REAL DEL JUCAR

EXCURSIÓN A LA ACEQUIA REAL DEL JUCAR

 

LAS COSAS DEL JÚCAR, UN MODELO PARA UNA VIDA

Como miembro de la COMISIÓN de JUBILADOS, y  porque así me lo pide el PRESIDENTE me corresponde, una vez más, escribir la crónica de lo acontecido hoy, miércoles 13 de marzo, en nuestra visita a las OBRAS DE MODERNIZACIÓN DE LA ACEQUIA REAL DEL JÚCAR.

Porque así lo decidimos, quedarán para otra ocasión, museos, catedrales, castillos, conventos… hoy seremos como ingenieros, testigos de las obras que un compañero fue capaz de dirigir para embalsar, y encauzar después, las aguas que permiten la sostenibilidad de la  agricultura y el abastecimiento de importantes zonas urbanas.

Como tantas veces, la jornada debía ser matinera para llegar a tanto. El punto de concentración, con más sentido que nunca, sería la Confederación Hidrográfica del Júcar.

Allí, donde los panes son redondos, los “redonets”, tomaríamos el necesario almuerzo en cualquier actividad. Estábamos ya en perfectas condiciones para continuar.

Fue en una visita anterior, cuando conocimos exhaustivamente el Embalse de Tous, punto de partida del agua cristalina que hoy veremos discurrir desde un depósito regulador de 50.000 m3  de capacidad. De él, parten dos tuberías de hormigón armado con camisa de chapa y que tras  cuatro kilómetros de recorrido, se bifurcan en el ramal norte y el ramal sur que discurren  paralelamente a la Acequia Real del Júcar.

Visitamos zonas estratégicas de las instalaciones, conocimos las dificultades que se fueron presentando en la construcción y sobre todo las decisiones para resolverlas adecuadamente. Conocimos la sustitución de canales a lámina libre por tuberías a presión. Hablamos de arrozales, de cítricos, de kakis, de huertas, de la albufera…y siempre de la mejora que las obras habían supuesto para todos. Hablamos de los regantes, de la automatización de los riegos mediante complejos sistemas de informatización que programaban riegos y abonado en cada zona. Con todo, supimos del importante ahorro de agua y de las ventajas para el agricultor y sus productos. También hablamos de los inevitables presupuestos, pero como decía el compañero Director de todo lo necesario, mereció la pena y fue una suerte haberlo hecho.

El programa se cumplía andando o en autobús, pero el “redonet” quedaba ya lejano y el Balcón del Júcar ultimaba los preparativos de la comida. Llegamos, comimos y después de un excelente Licor de Café, pensamos que era hora de partir. Algunos tenían que llegar al Palau de la Música, uno de ellos, el Director de Tanto, quiso ser grande hasta el final, y obsequió a las señoras con un exquisito “panquemao” de la zona. Es norma en la redacción de las crónicas de cada viaje omitir nombres de los que organizan, pero con el permiso de nuestro Presidente (de los Jubilados claro), quiero agradecer a Jose Luis por el viaje que hicimos al Embalse de Tous y por el de hoy.

 

 

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